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Había una vez...Un cuento, un mito y una leyendaAuthor: Juan David Betancur Fernandez Language: es Genres: History, Kids & Family, Stories for Kids Contact email: Get it Feed URL: Get it iTunes ID: Get it |
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692. El barrio
Episode 19
Monday, 15 September, 2025
Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur Fernandezelnarradororal@gmail.comHabia una vez una hombre llamado Elias que acababa de llegar a un barrio que no había visitado antes y que incluso no sabía donde quedaba ubicado. La primera impresión de Elias era que el barrio estaba situado en las afueras de la ciudad. La ciudad donde elias había vivido por muchos anos era realmente antigua y sus callejuelas eran bastante desordenadas. Por el contrario este barrio estaba organizado en una forma más estructurada. Desde su nuevo hogar podía ver como las ventanas de las casas siempre estaban cerradas y si bien algunas casas tenían flores la gran mayoría de ellas no tenían flores o las pocas que habían estaban hace mucho tiempo marchitas. Su primera sensación fue que aquellas habitaciones parecían tristes incluso cuando el sol brillaba. No había muchos colores en las paredes y había una sensación de tristeza en todo el barrio. Durante el día las personas que recorrían sus callejuelas caminaban siempre con los hombros caidos como si una carga invisible e invencible los acompanara en su existencia. Nadie reia, nadie cantaba y pese a que algunos de ellos llevaban relojes se sentía como si el tiempo allí no avanzara y permaneciera estancado. Los niños siempre estaban acompañados de sus padres y no se les dejaba jugar, y si por alguna razón comenzaban a caminar solos y a jugar sus padres siempre los regañaban y los cogían de la mano sin dejarlos apartarse de su lado. Los que caminaban por el barrio siempre tenían una mirada triste y siempre hablaban en voz baja como si la alegría hubiera sido desalojada de las casas y de las calles. Pero lo que no sabían los transeúntes es que no todo era si cuando caída la noche. La noche era bien diferente. Apenas el sol se ocultaba detrás de los cerros y las estrellas comenzaban a brillar, una luz cálida comenzaba a cubrir todas las calles y avenidas del barrio. Esta no era un luz eléctrica era más bien una luz profundamente antigua que salia de la superficie y de todas las paredes de las casas y habitaciones. Luego las multiples puertas y ventanas se abrían y de todas las habitaciones los habitantes del barrio salían con ropas brillantes, instrumentos musicales y sonrisas que se entrelazaban con las voces de miles de historias contadas al unisono. Era un barrio vivo y vibrante. Había bailes en las esquinas y aquí si los muy pocos niños podían correr y divertirse solos sin que nadie los acompañara. Pero los que más disfrutaban eran los ancianos, ellos eran los más importantes en este barrio. Todos se disputaban por el privilegio de escuchar sus consejos.. Elias sorprendido por aquella primera noche en su nuevo barrio no podía comprender lo que sucedia a su alrededor. Comenzó a recorrer las calles y a entablar conversación con los habitantes. Todos eran bien diferentes pero todos vivían una misma vida allí en el barrio. Nadie presumía de nada, Nadie pretendía ser más que los otros y por el contrario todos quería ayudar y servir en la medida de los posible. El por ser nuevo recibió la bienvenida de todos y cada uno de ellos y sus palabras eran siempre de consideración. No sentía envidia, no sentía resentimiento, no sentía temor y no sentía recelo hacia el. Era realmente un lugar fantástico lleno de personas fantásticas. Pero si había algo que le pareció extraño en sus primeras conversaciones con los habitantes del barrio. Cuando por alguna razón alguien le preguntaba quien era o de donde había venido. Elias no lo recordaba. No podía decir nada sobre su pasado y cuando esto sucedia todos a su alrededor simplemente soltaban una carcajada y le decían que era simplemente una broma. Que ellos tampoco sabían de donde venían o como había sido su pasado.